Iván Zamorano aboga por Manuel Pellegrini como futuro entrenador de la selección chilena

Iván Zamorano aboga por Manuel Pellegrini como futuro entrenador de la selección chilena
nov, 23 2025

Después de más de dos décadas desde su retiro, Iván Zamorano vuelve a ser voz autorizada en el fútbol chileno, pero esta vez no como goleador, sino como estratega de la identidad futbolística del país. En un video publicado por FootBoom1, el exdelantero de la selección chilena aseguró que Manuel Pellegrini es el único técnico capaz de "hacer un cambio fundamental en el fútbol chileno". La declaración no es un mero comentario de exjugador: es un llamado de alerta, un mapa de ruta para una generación que se pierde entre el esplendor del pasado y la incertidumbre del presente.

El legado de Zamorano: del Cobresal al Pichichi

Nacido el 18 de enero de 1967 en Santiago, Zamorano no fue un fenómeno de la cantera europea. Fue un producto del fútbol chileno de los 80 y 90: debutó en Cobresal en 1985, marcó 13 goles en la Copa Chile con el mismo equipo en 1987, y luego se convirtió en el eje del ataque nacional junto a Marcelo Salas. Juntos, lograron que Chile volviera al Mundial tras 16 años de ausencia en Francia 1998. Fue allí donde Zamorano, con su grito de guerra y su regate de puerta a puerta, se convirtió en un símbolo nacional. Con Real Madrid ganó la Liga 1994-95 y el Pichichi con 28 goles; con el Inter Milán, la UEFA Cup en 1998. Su carrera fue un puente entre el fútbol local y el europeo, y hoy, desde la retaguardia, mira con preocupación cómo se está perdiendo ese puente.

Pellegrini: el técnico que conoce los dos mundos

Manuel Pellegrini, nacido en Santiago en 1953, es el único entrenador chileno que ha dirigido a clubes como Real Madrid, Manchester City y West Ham United. Ganó la Premier League en 2014 y llevó al City a una final de Champions. Pero lo que lo hace único para Zamorano no es su currículum, sino su raíz. Pellegrini sabe lo que significa crecer en un barrio de Santiago, jugar en la Primera B, entender el orgullo de un país que se ha identificado con el fútbol como un refugio. "No necesita imponer un sistema extranjero —dice Zamorano—. Necesita conectar lo que ya existe con lo que debe ser".

La generación dorada se apaga… y la nueva no encuentra rumbo

La era de Claudio Bravo, Arturo Vidal y Alexis Sánchez fue un fenómeno: dos Copas América consecutivas (2015 y 2016), semifinales en la Copa Confederaciones, y una identidad de juego agresiva y rápida. Pero esa generación se retiró. Y lo que viene no ha logrado emularla. Los jóvenes que hoy juegan en la selección sub-23 —como Felipe Moreno, formado en España bajo el método de Periodización Táctica de la Academia Soccer Inter-Action— tienen talento, pero carecen de dirección. El Federación de Fútbol de Chile ha enviado a 17 jugadores a Europa en los últimos dos años, pero sin un plan de integración. "Están en Europa, pero no están en el fútbol chileno", señala un analista de la Asociación de Entrenadores.

El cambio que no se ve: de los clubes locales a la globalización

En los 90, la selección se construía desde abajo: Cobresal, Colo-Colo, Unión Española eran fábricas de talento. Hoy, Unión Española no levanta un trofeo desde 2013. Colo-Colo, con su historia, vive en crisis financiera. El modelo ha cambiado: en vez de formar jugadores en casa, se los vende temprano. Y eso no es malo en sí mismo. Pero sin una estructura de retorno, sin una filosofía que conecte lo local con lo internacional, se pierde el alma. "Zamorano no está pidiendo un técnico para ganar el Mundial. Está pidiendo un arquitecto para reconstruir el edificio", dice el exseleccionador nacional Jorge Sampaoli en una entrevista reciente con El Mercurio.

¿Qué sigue? La ventana de oportunidad se cierra rápido

La próxima Copa América será en 2027. El Mundial de 2026, con 48 equipos, será una oportunidad única para que Chile vuelva a brillar. Pero no basta con tener talento. Hace falta coherencia. Pellegrini, de 70 años, no es un candidato tradicional. No busca el cargo por fama, sino por responsabilidad. Si acepta, no será un técnico de corto plazo. Será un reformador. Y Zamorano lo sabe. "Si no lo hacemos ahora, dentro de 10 años no habrá nadie que recuerde cómo se jugaba con corazón en Chile".

Frequently Asked Questions

¿Por qué Iván Zamorano cree que Pellegrini puede cambiar el fútbol chileno?

Zamorano valora que Pellegrini combina experiencia internacional con raíces chilenas. No impone modelos extranjeros, sino que adapta el talento local a altos estándares. Su paso por Real Madrid y Manchester City le dio herramientas para modernizar, pero su formación en Chile le permite entender la cultura del fútbol nacional. Para Zamorano, eso es clave: no se trata de copiar, sino de elevar lo que ya existe.

¿Qué ha cambiado en el desarrollo de jugadores desde la era de Zamorano?

En los 90, los jugadores se formaban en ligas nacionales como Cobresal o Colo-Colo, y luego se iban a Europa como estrellas consolidadas. Hoy, los jóvenes son enviados a Europa antes de los 18 años, sin una estructura de seguimiento. El resultado: talento disperso, sin identidad colectiva. La Federación de Fútbol de Chile ha invertido en academias en el extranjero, pero no en una red de comunicación con los clubes locales.

¿Hay otros candidatos viables para entrenar a la selección chilena?

Sí, como el exentrenador de la sub-20, Hernán Godoy, o el técnico de la U, Claudio Borghi. Pero ninguno tiene el perfil de Pellegrini: experiencia en ligas top, capacidad de comunicar una visión a largo plazo, y credibilidad entre los jugadores actuales. Muchos técnicos locales se enfocan en resultados inmediatos; Pellegrini piensa en sistemas, no en partidos.

¿Qué papel juegan los clubes chilenos en este proceso?

Los clubes históricos como Unión Española o Palestino están en crisis financiera y deportiva. Sin una reforma del fútbol profesional chileno —con inversión en canteras, infraestructura y gestión—, no hay base para una selección fuerte. Pellegrini no puede trabajar en el aire. Necesita clubes que produzcan jugadores con identidad táctica y mentalidad competitiva. Sin eso, cualquier cambio será superficial.

¿Cuál es el riesgo si no se elige a Pellegrini o alguien con su perfil?

El riesgo es que Chile se convierta en un país que exporta talento sin recibir retorno. Jugadores como Felipe Moreno pueden triunfar en Europa, pero si no hay un proyecto colectivo, la selección seguirá siendo un equipo de piezas sueltas. En 2027, podríamos ver a una selección sin carácter, sin estilo, sin alma. Y eso, para un país que ha vivido el fútbol como identidad, sería una pérdida irreversible.