Iván Román y la sanción que lo deja contra las cuerdas para el Mundial Sub-20 en casa

Una sanción que lo deja al filo del Mundial
Un Mundial en casa y un central titular en el aire. El chileno Iván Román, defensor de Atlético Mineiro y uno de los nombres que más crecieron con la Sub-20, está a un paso de quedarse sin fase de grupos del torneo que se jugará en Chile entre el 27 de septiembre y el 19 de octubre de 2025. La razón: una suspensión de tres partidos impuesta por CONMEBOL tras el Sudamericano de Venezuela.
Román fue de lo mejor del ciclo de Nicolás Córdova en el último Sudamericano. Pero al salir de un partido, camino al vestuario, insultó a un miembro del operativo del encuentro. Los delegados lo informaron en su reporte y el castigo llegó duro: tres fechas. El propio jugador no se escondió: “Me equivoqué en el Sudamericano. Insulté a alguien al entrar al camarín, pero siento que el castigo fue demasiado drástico”.
El impacto deportivo es directo: si va a la lista final del Mundial, se pierde los tres duelos del grupo contra Egipto, Japón y Nueva Zelanda. Es decir, toda la primera fase. Volvería, si Chile avanza, recién en octavos. Si la Roja Sub-20 no supera el grupo, Román no vería un minuto.
La Federación buscó revertirlo. Según el periodista de ESPN Cristopher Brandt, se presentaron tres apelaciones ante FIFA para reducir la sanción. Las tres fueron rechazadas. Con esa puerta cerrada, el escenario queda claro para el cuerpo técnico: incluir al jugador sabiendo que no estará en la fase de grupos, o dejarlo fuera y apostar por otra dupla.
El técnico Nicolás Córdova lo puso así, sin rodeos: “Hay que evaluar si incluirlo o dejarlo fuera, es complejo. Es un jugador muy importante que está afuera y siempre quiere estar con nosotros. Obviamente, genera dudas. Es algo que estamos analizando”.
El propio Román, que pertenece a Atlético Mineiro, ya se movió para estar disponible: “Tenemos un microciclo que parte el lunes 23 de junio. Yo estaré de vacaciones, así que hablé con Atlético para estar disponible. Obviamente quiero estar en el Mundial”. Al mismo tiempo, remarcó que la decisión final no es suya: “Siempre quiero jugar por mi selección, pero también soy jugador de Atlético y tengo que estar disponible para el club. No depende de mí, tengo que acatar lo que me digan”.

La decisión de Córdova, el plan B y un grupo sin margen de error
Córdova ha ensayado un plan alternativo. En los amistosos recientes —incluido el 2-1 ante Nueva Zelanda— la dupla de centrales fue Nicolás Suárez (Colo Colo) y Milován Célis (Unión Española). Esa pareja podría transformarse en la titular del Mundial si Román no entra en la lista final o, si entra, mientras cumpla la sanción. El ensayo no es casual: hay química, minutos juntos y automatismos en construcción.
¿Qué pierde Chile sin Román? Jerarquía en el juego aéreo, anticipo agresivo y una primera salida más limpia bajo presión. ¿Qué gana con Suárez-Célis? Continuidad de trabajo, perfiles complementarios y dos centrales que ya se entendieron en partidos de preparación. En torneos cortos, esos detalles pesan.
El dilema es de gestión de riesgo. Ocupas un cupo en la lista con un jugador que no podrá competir en el tramo en que más ajustes necesitas —el arranque—, a cambio de disponer de él en el mata-mata, donde una jugada te elimina o te clasifica. Es una apuesta con costo de oportunidad: te quedas con un plantel de facto más corto durante tres fechas, justo mientras mides fuerzas con rivales de estilos distintos.
Egipto suele castigar pérdidas y correr. Japón presiona alto, combina bien por dentro y te obliga a salir con criterio. Nueva Zelanda, más directa, te exige en duelos y en pelotas detenidas. Tres pruebas diferentes para una defensa que, sin su líder natural, no puede improvisar.
En el papel, las opciones de Córdova se leen así:
- Incluir a Román: asumes tres partidos sin él, mantienes la carta de un central dominante para octavos, y refuerzas el mensaje de que los mejores, aun sancionados, están. Riesgos: menos rotación en la fase de grupos, falta de ritmo competitivo para el propio jugador y cero margen ante contingencias (lesiones, tarjetas) en la zaga.
- Dejarlo fuera: priorizas funcionamiento inmediato, liberas un cupo para otro central o un polivalente y blindas la fase de grupos. Coste: renuncias a un talento que te puede subir el techo en cruces directos.
En la práctica, la ecuación también pasa por el vestuario: el liderazgo. Román ha sido voz fuerte en la Sub-20. Si entra a la lista, la pregunta es si podrá estar en el banco o solo en la tribuna durante la sanción. En la mayoría de competiciones FIFA, el sancionado no puede estar en el banquillo ni participar de la zona técnica, aunque sí puede entrenar. Ese detalle afecta la influencia que el jugador pueda tener en el día a día del partido.
¿Por qué una sanción del Sudamericano pesa en el Mundial? Porque los códigos disciplinarios de CONMEBOL y FIFA prevén que las suspensiones pendientes se cumplan en las “siguientes competiciones oficiales de la misma categoría”. Si el torneo posterior es el Mundial Sub-20, la sanción se traslada. Reducirla exige demostrar errores de forma, pruebas nuevas o desproporción manifiesta. La Federación lo intentó tres veces. Sin éxito.
Desde la óptica del jugador, el margen es corto pero no nulo. Puede entrenar con la selección, mantener carga competitiva con amistosos de práctica (no oficiales), trabajar aspectos específicos —tiempos de salto, coordinación en línea, salida presionada— y llegar con el físico afinado. Lo que no podrá simular es la tensión real del torneo. Y eso se nota, sobre todo en centrales.
El contexto tampoco es menor. Chile será anfitrión, con sedes en Santiago, Valparaíso, Rancagua y Talca. Habrá presión, estadios llenos y foco mediático diario. Cualquier gol en contra en pelota parada, cualquier error de marca, se amplifica. Por eso la dupla que arranque necesita certezas, voz de mando y lectura rápida. Si Román se mantiene fuera del once por sanción, la responsabilidad cae de lleno en Suárez, Célis y el resto de la línea.
El calendario empuja decisiones tempranas. La prelista suele enviarse con semanas de anticipación y la nómina definitiva se cierra poco antes del debut. En ese punto, pesarán el estado físico, la versatilidad de quienes compiten por los últimos cupos y la evolución táctica del equipo en los amistosos de agosto y septiembre.
En Mineiro, mientras tanto, miran el reloj. El jugador habló con el club para estar disponible en el microciclo del 23 de junio. Después, si entra en la lista del Mundial, la liberación es parte del protocolo habitual de selección. El matiz está en cuánto tiempo antes se integra y cuántos días de trabajo suma con el grupo mientras cumple la sanción.
¿Mereció tanto castigo? El debate queda abierto. Lo que no cambia es la foto del presente: Chile, anfitrión, tiene un central de jerarquía condicionado por una suspensión que no se pudo reducir. La pelota ahora la tiene el staff técnico. Decidirán entre la apuesta de alto impacto a futuro o la estabilidad inmediata para cruzar un grupo que no perdona desconexiones.