Alexis Sánchez lidera el once de Chile ante Argentina, Messi espera su turno en el banquillo

Alexis Sánchez vuelve a encabezar la ofensiva chilena en duelo crucial ante Argentina
Nadie esperaba que Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, comenzara un partido tan importante en el banquillo. Pero la noticia que ha agitado a los aficionados es doble: Alexis Sánchez regresa al once inicial de Chile para intentar rescatar a la Roja frente a una Argentina que ya está con billete directo al Mundial, pero quiere seguir marcando territorio en Suramérica.
La apuesta de Ricardo Gareca por Alexis es clara: Chile necesita goles y temperamento, algo que solo el experimentado Sánchez puede ofrecer en una situación tan delicada. Gareca no improvisó en defensa: Brayan Cortés cuidará la portería, resguardado por cuatro hombres bien conocidos —Felipe Loyola, Guillermo Maripán, Francisco Sierralta y Gabriel Suazo—, una línea que buscará contener la dinámica albiceleste liderada por Julián Álvarez y un medio campo capaz de romper líneas a la mínima oportunidad.
En el centro del campo, el eterno Arturo Vidal aparece como el pulmón y la garra. Lo acompañan Rodrigo Echeverría y Vicente Pizarro, jóvenes con energía para acompañar ofensivamente y frenar las transiciones rivales. Arriba, junto al propio Alexis, Dario Osorio y Lucas Cepeda suman movilidad y desequilibrio, apostando a un contraataque rápido.
La situación de Chile es límite. La última plaza en la clasificación obliga a los de Gareca a sumar sí o sí, y la presión es altísima. No hay margen para el error: cada balón perdido puede costar el sueño mundialista.

Argentina rota, pero no baja la guardia: Messi, suplente de lujo
Por el lado argentino, Lionel Scaloni mueve el tablero para mantener a su plantilla fresca ahora que la clasificación al Mundial 2026 ya está asegurada. Si bien lo más llamativo es la suplencia de Messi, que se prevé ingrese en la segunda mitad —quizás para dar un empujón o controlar los ritmos del partido—, la albiceleste presenta un equipo que mezcla caras habituales y nuevas propuestas, pero sin perder solidez.
Emiliano 'Dibu' Martínez defiende el arco, cubierto por una defensa que reacciona a la suspensión de Nicolás Otamendi con Cristian Romero, ahora con el brazalete de capitán, junto a Nahuel Molina, Leonardo Balerdi y Nicolás Tagliafico. El mediocampo lo forman Giuliano Simeone, Rodrigo De Paul y Exequiel Palacios, una triple amenaza tanto en la recuperación como en la circulación de la pelota.
Arriba, Julián Álvarez es el referente de ataque apoyado por dos jóvenes creativos: Tiago Almada y Nicolás Paz. La intención de Scaloni es clara: sean titulares o suplentes, nadie baja la intensidad ni se relaja. La competencia interna mantiene el listón alto y permite observar a futuras figuras en escenarios de máxima presión.
Para Argentina, más que un trámite, este partido mide la profundidad real de su banco. Y para Chile, la presencia de Alexis Sánchez puede marcar la diferencia en una noche que duele pero también ilusiona. El estadio será el teatro de una historia vieja como el fútbol sudamericano: David contra Goliat, pero con los nombres propios que todos conocen.